UROLOGÍA
La urología es la especialidad médico-quirúrgica que se ocupa del estudio, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades y alteraciones relacionadas con el aparato urinario y retroperitoneo en hombres y mujeres y específicamente del aparato genital masculino, así como la prevención de las mismas.
Las patologías más comunes de esta glándula masculina son:
- El crecimiento de la misma también llamada HPB (hipertrofia prostática benigna) de gran prevalencia ya que afecta a más del 60 % de los varones mayores de 50 años. Este crecimiento produce en mayor o menor grado dificultades del vaciado de la vejiga que se traducen en síntomas como chorro miccional débil, aumento de la frecuencia al orinar diurna y nocturna, alargamiento del tiempo de la micción que es entrecortada, goteo y perdidas de orina, retardo en el inicio, entre otros, pudiendo llegar incluso a la imposibilidad total para orinar que se denomina retención aguda que precisaría colocación de una sonda y probablemente intervención quirúrgica. Se trata inicialmente con medicamentos y en determinados casos con cirugía.
- Las infecciones, llamadas prostatitis que pueden ser agudas y crónicas.
- El cáncer de próstata. Este puede ser asintomático o coincidir en la sintomatología con la HPB. Hoy en día es el cáncer más frecuente en el varón, pero con un diagnóstico precoz se puede curar definitivamente habiendo disminuido enormemente la mortalidad por esta causa. Se recomienda realizar un análisis de sangre de marcador tumoral, PSA, en mayores de 50 años o paciente con síntomas.
Hasta un 15 % de la población presenta cálculos o piedras de la vía urinaria a lo largo de su vida y continua en aumento por condicionantes ambientales, dietéticos, genéticos, falta de hidratación adecuada, alteraciones metabólicas, diabetes e hipertensión, infecciones no corregidas entre otras causas.
La manifestación más frecuente es el dolor lumbar y/ o sangrado en la orina. Este dolor puede ser de gran intensidad, el tan temido cólico renal que es una auténtica urgencia médica y que en no pocas ocasiones requiere ingreso hospitalario o manipulaciones endoscópicas.
En los últimos años el tratamiento de los cálculos sufrió una importante revolución con le incorporación de la litotricia extracorpórea (LEOC) considerada uno de los mayores avances de la Medicina del siglo XX. Con este procedimiento se evitaron importantes intervenciones quirúrgicas que afortunadamente ya son pasado. Asimismo, actualmente también disponemos de técnicas e instrumental que permiten resolver las litiasis con intervenciones poco agresivas.
Mas del 90 % de los cálculos urinarios se tratan con Litotricia extracorpórea como técnica de primera elección ya que ofrece enormes ventajas con respecto a las técnicas quirúrgica por ser un procedimiento no invasivo, sin ingreso y sin anestesia
El Dr. Jimenez Lopez fue pionero en esta técnica y es director de la única Unidad de Litotricia de la Región de Murcia con gran experiencia acumulada desde hace 24 años y más de 14.000 pacientes tratados con excelentes resultados y resolución de los cálculos en más del 90 % de los casos. El resto los tratamos con cirugía endoscópica o percutánea.
El aparato urinario puede sufrir infecciones en todos sus órganos:
- Riñón: Pielonefritis o Infección renal, caracterizada por dolor lumbar, fiebre alta y malestar general.
- Vejiga (Cistitis): Muy común en las mujeres. Los síntomas más frecuentes son dolor al orinar, escozor, imperiosidad para orinar, micción frecuente y a veces presencia de sangre en la orina.
- Próstata (Prostatitis): se caracteriza por molestias al orinar. dolor en la zona perineal y si es aguda, fiebre alta, dolores musculares y articulares que pueden recordar un proceso gripal.
- Uretra (Uretritis): secreción por orificio uretral de aspecto purulento, quemazón y dolor al orinar.
- Testículos (Orquitis y epididimitis): Inflamación dolorosa testicular.
Apartado especial son las denominadas ITS (infecciones de trasmisión sexual) que pueden afectar a ambos sexos. Suelen estar precedidas de contacto sexual de riesgo o sospechoso.
Los tumores urológicos más frecuentes son los que afectan a la vejiga. La manifestación principal es la presencia de sangre en la orina (hematuria)generalmente visible por el paciente y puede ir acompañado de expulsión de coágulos, alteraciones de la micción o dolor. Siempre que se presente este síntoma es preceptivo el estudio mediante pruebas de imagen y analíticas. Con una ecografía se suelen diagnosticar, pero otras veces será necesario practicar otras pruebas como el TAC o exploración endoscópica (cistoscopia).
La hematuria pude corresponder asimismo a la presencia de tumores en otras localizaciones de la vía urinaria como riñón y uréter. Estos tumores están directamente relacionados con el hábito de fumar.
Aunque con menor frecuencia, testículo y pene pueden presentar tumoraciones. La apreciación por parte del paciente de bultos o dolor testicular requiere la atención del urólogo. La mayoría de los tumores testiculares se presentan en el adolescente y hombre joven. Menos frecuentes en adultos. En el pene, al ser externas, las lesiones son visibles e identificables por el propio paciente.
Excluida la patología oncológica, los padecimientos más comunes de genitales son:
- Hidrocele y quistes de cordón espermático. Es una colección liquida entre testículo y bolsa escrotal que se detecta por aumento en mayor o menor grado del tamaño escrotal. Su resolución es mediante cirugía
- Este término significa varices en las venas de drenaje testicular. Detectadas en adolescente y adulto joven es conveniente eliminarlas por el riesgo de subfertilidad que entrañan. En adulto y si producen molestias o alteración estética evidente también está indicada la intervención quirúrgica.
- Es la imposibilidad de descubrir el glande porque la piel que lo cubre es demasiado estrecha lo que genera dificultades en la práctica sexual y problemas higiénicos e infecciosos. La mayoría de las veces es congénita y la solución es la práctica de circuncisión, intervención quirúrgica sencilla que consiste en eliminar la piel que recubre el glande (prepucio). Se efectúa con anestesia local y la edad más apropiada es en la adolescencia. Otras veces la fimosis es adquirida, en adultos de todas las edades y provocada entre otras causas por enfermedades como la Diabetes.
- Deformidades e incurvación de pene que igualmente puede ser congénita o provocada por la llamada enfermedad de Peyronie.
Subespecialidad de la urología que abarca los problemas específicos del varón en la esfera sexual y reproductiva como son:
La disfunción eréctil o impotencia sexual, los trastornos de la eyaculación o el estudio del factor masculino de la infertilidad.
En la mujer, además de las enfermedades generales del aparato urinario comunes a ambos sexos, se presentan otros problemas específicos.
La incontinencia urinaria y las infecciones urinarias de repetición son los más comunes.
La pérdida urinaria involuntaria la dividimos en dos grupos dependiendo de su origen. La más frecuente es la denominada incontinencia de esfuerzo o stress, provocada por fracaso de la musculatura del esfínter y suelo pélvicos se manifiesta con pérdidas en situaciones de aumento de presión abdominal como tos, estornudo, ejercicio físico, correr, saltar y puede ser en distinto grado desde perdida de unas gotas a perdida urinaria total que precisa de protección con pañales. Si es inicial y con pérdidas escasas se puede mejorar con fisioterapia de suelo pélvico. Los casos más graves necesitarían cirugía con la colocación de prótesis o malla, que suele tener excelentes resultados.
El segundo tipo de incontinencia es la llamada incontinencia de urgencia. Se debe a hiperactividad del musculo de la pared vesical se contrae de una manera anárquica provocando la perdida. El tratamiento es con medicamentos.
A veces se presenta casos más complicados por la suma de ambas circunstancias, es la incontinencia mixta.
Las infecciones urinarias de repetición en la mujer es la causa más frecuente de consulta urológica.
Aunque molesta y a veces desesperante por la reiteración no se trata de un problema de gravedad. Es consecuencia de la condición anatómica de ser mujer. Requiere de la paciencia y colaboración de la paciente siguiendo unas determinadas pautas de actuación. Utilizamos diferentes estrategias en diagnóstico y tratamiento incluso utilizando vacunas bacterianas.