El citomegalovirus es un virus que se transmite por medio de los fluidos corporales
¿Deseas ser madre? Este es uno de los mayores sueños que podemos tener a lo largo de nuestra vida. Es lógico pensar en muchos de los aspectos que este deseo engloba. Por ejemplo, si no podemos conseguirlo por medio de los métodos naturales, es normal plantearse recurrir a una clínica de fertilidad o recproducción asistida como lo es Clínica Imar. En este sentido, también es importante conocer diferentes tipos de enfermedades y agentes infecciosos que pueden llegar a afectarnos tanto a nosotros como al bebé. Por este motivo, durante el artículo de hoy hablaremos sobre el citomegalovirus.
El CMV se puede encontrar alrededor de todo el mundo y está relacionado con los virus que pueden causar enfermedades como, por ejemplo, la varicela o la mononucleosis. A lo largo de este texto veremos su definición exacta, los síntomas y signos que puede llegar a provocar, así como los riesgos que puede llegar a conllevar durante el embarazo.
Como bien sabes, en Clínica Imar estamos totalmente comprometidos con la difusión de conocimientos médicos. No únicamente nos preocupamos por tu periodo de embarazo, sino que esperamos que tu bebé nazca sano. Si quieres saber más sobre el tema que hoy planteamos, citomegalovirus, te animamos a hacer la lectura completa del presente artículo de blog.
¿Qué es realmente el citomegalovirus?
Tal y como hemos adelantado, el citomegalovirus, que tamibén es conocido e identificado por medio de las siglas CMV, es un virus muy común en todo el mundo. Sin embargo, no suele dar signos de enfermedad en personas consideradas sanas. No obstante, es necesario tener en cuenta que, una vez que se contrae la infección, esta dura para siempre.
En cuanto al rango de edad en que suele verse esta enfermedad, podemos decir que abarca todas las edades, desde recién nacidos hasta personas mayores.
¿Por qué hablamos de citomegalovirus durante el embarazo?
Aunque muchas personas no se vean afectadas por los diferentes síntomas que causa debido a su buen sistema inmunitario, la transmisión del citomegalovirus se lleva a cabo por medio del contacto directo de fluidos corporales. Estos incluyen sangre, orina, saliva, semen o incluso la propia leche materna.
Esto quiere decir que si durante el embarazo la mujer está infectada de forma activa por el citomegalovirus podría transmitirlo a su futuro hijo o hija por medio de la placenta, teniendo este posibilidades altas de poder mostrar síntomas.
En caso de que esto ocurra, estaremos hablando de citomegalovirus congénito, lo que significa que la infección está presente desde antes de que el niño o la niña haya nacido. Por otro lado, si se infectan durante el propio parto estaremos hablando de citomegalovirus perinatal.
¿Cuáles son los síntomas asociados al CMV?
Los signos que pueden darse debido al citomegalovirus podrían variar dependiendo de la salud propia del paciente que se trate. En este sentido, podemos diferenciar entre personas con un sistema inmunológico sano y otras que lo poseen debilitado.
En el primer caso pueden desarrollarse síntomas como la fiebre, la fatiga o el dolor de garganta. Sin embargo, si atendemos al segundo caso (personas con un sistema inmune debilitado) la infección por citomegalovirus puede llegar a provocar problemas graves en relación a órganos como los ojos, el cerebro, el hígado, los pulmones…
¿Cómo puede afectar el citomegalovirus congénito a un bebé?
Si bien la mayoría de los bebés que poseen citomegalovirus congénito parecen sanos en el momento del nacimiento, existen síntomas que podrían desarrollarse con el paso del tiempo. Estos suelen relacionarse con la pérdida de visión o audición, así como con problemas de desarrollo y aprendizaje.
Existen síntomas que pueden mostrar los bebés que contrajeron la infección durante el propio embarazo, los cuales pueden ser:
- Nacimiento de manera prematura.
- Ictericia: Coloración amarillenta tanto en los ojos como en la piel.
- Microencefalia: Tamaño de la cabeza descompensado, demasiado pequeño en relación al cuerpo del recién nacido.
- Peso del recién nacido considerado como anormalmente bajo.
¿Cómo es posible diagnosticar el citomegalovirus?
Es posible detectar la presencia de este virus gracias a pruebas diagnósitcas relacionadas con los fluidos corporales. En este sentido, puede diagnosticarse por medio de análisis sanguíneos, de orina o incluso de saliva.
Consejos de Clínica Imar para evitar la infección por citomegalovirus
Aunque tu hijo o hija no haya contraído esta infección durante el desarrollo del embarazo o el parto, es necesario tener en cuenta que todos estamos expuestos a su infección. Por este motivo, queremos compartir contigo algunos consejos para el correcto cuidado del niño o niña en relación al posible contagio por citomegalovirus. Estos son los siguientes:
- Es imprescindible tener una correcta higiene con respecto a todos los utensilios que se utilizan para el cuidado del bebé, prestando especial atención a aquellos que se introducen en la boca como, por ejemplo, el chupete. Recomendamos lavar nuestras manos antes de manipularlos. Tampoco es bueno que objetos de uso personal como cepillos, biberones y demás sean compartidos con otras personas.
- También será muy importante extremar las precauciones de higiene cuando procedemos a hacer un cambio de pañales o a sonar la nariz del pequeño.
- Por otra parte, desinfecta bien tus manos cuando manipules elementos de características desechables como, por ejemplo, pañuelos o pañales.
¿Cuál es el tratamiento asociado al citomegalovirus?
Como norma general, aquellas personas consideradas sanas debido a su buen sistema inmune no requieren de tratamiento específico para poder contrarrestar la infección. Sin embargo, cuando hablamos de personas con un sistema inmune debilitado o bebés que han nacido con citomegalovirus congénito sí que existen medicamentos capaces de hacer frente a los síntomas provocados por la enfermedad. Sin embargo, estos siempre deben ser prescritos por profesionales de la medicina una vez certificada la presencia de CMV. Recordamos que en ningún caso se recomienda la automedicación.
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Tanto si estás embarazada como si deseas estarlo, queremos recordarte que cuentas con todo el apoyo del equipo de profesionales de Clínica Imar. Para asegurarte de que tanto tú como tu bebé estáis sanos a lo largo de todo el proceso del embarazo contamos con el servicio de control del mismo.
¿En qué consiste este servicio?
Durante los nueve meses en los que transcurre el periodo de gestación, en Clínica Imar te ofrecemos consultas y revisiones que se llevarán a cabo de forma periódica. De este modo, ante cualquier signo que pueda dar a entender la presencia de un agente perjudicial para ti o tu bebé, como puede ser el citomegalovirus, estaremos preparados y podremos tomar las pertinentes acciones de la forma más rápida posible.
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