El factor uterino es muy importante en la fertilidad. Descubre las enfermedades relacionadas con el factor uterino y cómo puede repercutir en la esterilidad de la mujer.
¿Es frecuente el factor uterino como causa de esterilidad?
Según estadísticas actuales, más del 15% de las parejas que buscan ser padres tendrán problemas para conseguirlo; en la mitad de los casos existirá un compromiso por parte de la mujer y de ellas se considera que en el 10-15% de los casos, la causa será directamente una alteración uterina aunque esta cifra puede estar francamente subestimada al no considerar la implicación del endometrio, parte esencial en la reproducción humana.
La implantación embrionaria
El útero es el órgano reproductivo principal para el desarrollo del embarazo. Una vez que el óvulo es fecundado en la salpinge y que inicia su división embrionaria, llega a la cavidad uterina en el día 5 de desarrollo cuando esa célula se llama blastocisto. El blastocisto se adhiere al endometrio que es la capa más interna del útero e inicia el proceso de la implantación mediante el cual se introduce dentro del tejido materno iniciando una comunicación muy especial que ayudará a que la madre mantenga con vida dicha célula dando lugar al embarazo. Cuando, por diferentes motivos, existen barreras que dificultan el camino del blastocisto por el utero o bien, afectan su implantación, este órgano se convertirá en una barrera para el desarrollo de un embarazo y por tanto en una causa de esterilidad.
Endometrio: Esencial en la reproducción
Una causa a la que cada vez se le presta mayor importancia en la reproducción humana es el endometrio llegándola a considerar por muchos especialistas como la última frontera en la medicina reproductiva. Recomendamos revisar una revisión muy completa: El endometrio: Un nido esencial en la reproducción.
Causas del factor uterino
Las principales patologías que van a afectar la fertilidad de una mujer como factor uterino son los miomas, los pólipos endometriales y la adenomiosis aunque insistimos que con relación a la implantación, somos conscientes que sólo estamos viendo la punta de un iceberg y que este órgano tiene una importancia mayor a la que en la actualidad hemos podido demostrar.
Miomatosis uterina
La miomatosis uterina es una patología muy frecuente en las mujeres, se estima que hasta el 50% de ellas podrán desarrollar un mioma a lo largo de su vida, se trata de tumores de músculo liso que se desarrollan en el útero. Existen básicamente tres tipos de miomas dependiendo de su localización y estos son el submucoso, el intramural y el subseroso, todos podrán ocasionar esterilidad por diferentes caminos. Recomendamos leer: Miomas uterinos y fertilidad. El submucoso puede ocasionar sangrados intermitentes y puede afectar la implantación del embrión, el intramural suele ocasionar dolor pélvico y también puede afectar la implantación por alterar la vascularización endometrial que es la llegada adecuada de sangre a determinadas zonas. El subseroso puede crecer más y en ocasiones es causa de obstrucción de las salpinges.
Pólipos endometriales
Otro tipo de tumoración que puede estar presente hasta en 30-70% de las mujeres según diferentes estadísticas son los pólipos uterinos. Se trata de un crecimiento excesivo del endometrio que puede ocasionar sangrados vaginales irregulares, aunque por lo general pueden mantenerse sin dar ningún síntoma. El tamaño hasta el cual pueden crecer es variable y aunque pueden llegar a ocasionar problemas para conseguir un embarazo, muchas de las veces los encontraremos sin mostrar síntomas e incluso en mujeres embarazadas. Pólipos endometriales y fertilidad.
Adenomiosis
Se trata de una patología uterina que se relaciona con la endometriosis. Es la infiltración del endometrio (capa más interna del útero) hacia el miometrio que es la capa de músculo de dicho órgano. Las pacientes suelen manifestar dolor pélvico de intensidad variable y sangrados vaginales irregulares. La implantación se afecta en estas mujeres ocasionando esterilidad o abortos de repetición. Su diagnóstico, a veces es difícil y por ese motivo cobra cada vez más importancia realizarlo en casos muy especiales en los que incluso existen fallos repetidos en tratamientos de reproducción asistida.
Endometritis
Se le denomina endometritis a la inflamación del endometrio que en la mayoría de los casos es causado por una infección aguda o crónica. La visualización directa del tejido es muy importante para sospechar el problema, aunque en ocasiones es necesario tomar muestras de secreción e inclusive toma de tejido para su estudio patológico. Se le relaciona con fallos en la implantación e inclusive con abortos de repetición. Ver enlace: Endometritis: ¿Cuándo y cómo estudiarla?
Síndrome de Asherman
Se le denomina síndrome de Asherman a un problema muy específico que son las adherencias ó cicatrices dentro del útero y que suelen ocasionar esterilidad, pero también perdidas gestacionales repetidas. Normalmente se relacionan a infecciones del endometrio secundarias a legrado uterino tras un aborto, aunque se han visto también en mujeres con infecciones endometriales. Se requiere de la histeroscopia para su diagnóstico.
Como estudiar el factor uterino
El principal método diagnóstico para detectar un problema uterino es la ecografía ginecológica con la que se pueden observar miomas o pólipos. Es simple de realizar, aunque algunas veces es necesaria realizarla en algún momento del ciclo menstrual en especial. La histerosalpingografía y la histerosonografía también pueden ayudar a diagnosticar estos dos tipos de problemas. La histeroscopia es un procedimiento diagnóstico pero que durante el mismo se pueden realizar cirugías como resección de miomas ó pólipos. Además, nos podrá ayudar a diagnosticar problemas como endometritis ó síndrome de Asherman. Recomendamos leer artículo de Histeroscopia: Esencial en el estudio de la fertilidad.
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