Si hay un aborto, debe tenerse en cuenta.
En octubre del 2018 Clínica Imar publicó un artículo titulado: Metaplasia ósea del endometrio: ¿enfermedad rara o infra-diagnosticada? Reporte de un caso. Expondremos parte de la publicación y hablaremos de esta extraña situación que como ya lo sugerimos en su momento, creemos se trata de un problema más común a la que hemos dado menos importancia de la que en realidad tiene…
Introducción
La osificación endometrial o metaplasia ósea es la presencia de hueso en el endometrio. Es una condición rara y su incidencia se estima en 0,3 casos por cada 1.000 mujeres, habiéndose publicado alrededor de 100 casos en la literatura mundial.
Aunque se ha descrito como osificación endometrial, hueso ectópico intrauterino y formación heterotópica de hueso intrauterino, el nombre correcto es metaplasia ósea del endometrio. Los datos clínicos más comunes incluyen infertilidad secundaria, alteraciones menstruales, dolor pélvico, dispareunia y flujo vaginal. La histeroscopia es el método diagnóstico de elección, así como de tratamiento.
Caso clínico
Paciente de 40 años de edad, con historia de infertilidad y sangrado uterino anormal. Antecedente de 2 gestaciones a término finalizadas en parto. Primera gestación obtenida por inseminación intrauterina y segunda posterior a tratamiento de fertilización in vitro por factor masculino (astenoteratozoospermia). Fecha del último parto, 25 mayo del 2014, en el cual presentó retención de restos placentarios que fue manejada con misoprostol vaginal.
Acude a consulta en enero del 2015 por presentar sangrado intermitente. Por ecografía transvaginal se observa una línea endometrial hiperrefringente, gruesa. Sin más datos en la exploración. Se realiza histeroscopia encontrando calcificaciones que se resecan con asa bipolar.
Anatomía patológica
El estudio anatomopatológico de la muestra reveló la presencia de una proliferación endometrial benigna o hiperplasia endometrial simple sin atipias, asociada a focos de calcificación en relación con una metaplasia ósea madura del tejido endometrial hiperplásico. Por otra parte, se descartó la presencia de restos embrionarios óseos retenidos en la muestra endometrial.
Historia
La presencia de hueso en el endometrio se describió por primera vez por Virchow en 1847 afirmando que la formación de hueso en el endometrio se debía a una diferenciación de los fibroblastos hacia osteoblastos. Posteriormente, Mayer en 1916, publicó otro caso de tejido óseo en el útero. Thaler, en 1923, lo asoció al antecedente de abortos previos. Se han descrito alrededor de 100 casos en la literatura mundial de esta enfermedad.
Origen
Una hipótesis es que la metaplasia ósea es el resultado de tejido óseo de un embrión proveniente de un aborto que continúa su desarrollo, aún después de su expulsión espontánea o posterior a un legrado. El intervalo entre el antecedente de aborto y la detección de metaplasia ósea varía entre 8 semanas a 15 años. Existen casos de osificación endometrial que ocurren aún sin el antecedente de aborto. Otra causa pudiera ser la calcificación de los tejidos retenidos de la concepción, que han producido una inflamación endometrial crónica condiuciendo a una metaplasia ósea.
Se han propuesta infinidad de causas para la formación de una metaplasia ósea. La inflamación crónica y el antecedente de un aborto son las principales, pero hay teorías que asocian los antecedentes de un consumo excesivo de calcio y/o vitamina D, alteraciones metabólicas, estimulación estrogénica continua del endometrio y el antecedente de una histerosalpingografía en las pacientes.
Manifestaciones clínicas
Las manifestaciones clínicas son variables: mujeres asintomáticas, alteraciones menstruales e infertilidad son las 3 principales situaciones que se presentan en esta enfermedad. Otros datos clínicos que pueden presentarse son dolor pélvico y dispareunia.
Frecuentemente aparece en mujeres en edad reproductiva, aunque también se han descrito casos en mujeres menopáusicas. Se menciona que existe el antecedente de un embarazo previo en más del 80% de los casos.
El principal ejemplo es una mujer con el antecedente de aborto, que consulta por infertilidad, y en la que se encuentra como hallazgo ecográfico, una pequeña zona hiperrefringente en la cavidad endometrial. A la histeroscopia se observa como un cuerpo óseo, blanco, incrustado en la mucosa o como una estructura intracavitaria.
Diagnóstico
El diagnóstico se sospecha por ecografía, y se confirma por histeroscopia con toma de biopsia para patología. En la imagen ecográfica es frecuente visualizar una zona hiperrefringente o bandas hiperecogénicas con sombra acústica que llenan la cavidad. El diagnóstico diferencial comprende la presencia de DIU, tuberculosis endometrial, tumor mülleriano mixto maligno y tejido fetal retenido.
Tratamiento
La técnica de elección tanto para el diagnóstico como el tratamiento es la histeroscopia. La resección del tejido por histeroscopia muestra buenos resultados en porcentajes de embarazo y de nacido vivo.
Conclusiones
Es probable que el diagnóstico de metaplasia ósea endometrial sea más frecuente de lo informado en la literatura. Sin embargo, debido a que generalmente se presenta después del embarazo, su hallazgo suele ser incidental. No obstante, es una enfermedad en donde el tratamiento muestra buenos resultados para aquellas mujeres donde existe infertilidad y antecedente de aborto.
Aunque la osificación endometrial es una enfermedad benigna con pocas repercusiones clínicas, la tríada de infertilidad, antecedente de aborto previo y áreas hiperrefringentes endometriales en la ecografía, debe hacernos sospechar de metaplasia ósea, debiendo realizar histeroscopia diagnóstica y resección del tejido, con lo que se obtendrán excelentes resultados reproductivos.