Quiste de ovario y cáncer no es lo mismo
Uno de los principales diagnósticos con los que los ginecólogos nos enfrentamos en la consulta diaria son los quistes de ovario. Cuando hablamos con las pacientes de dicho problema el principal temor que ellas expresan es: ¿Puede ser cáncer?…
Por este motivo hemos querido ofrecer la presente información.
Los quistes son bolsas con líquido y pueden presentarse en diferentes órganos; el ovario es un sitio frecuente en el que aparecen. Más del 75% de las mujeres presentarán un quiste ovárico en algún momento de su vida, la mayoría no darán ninguna molestia y se resolverán espontáneamente. Sin embargo, cuando el quiste se rompe o presenta torsión puede ocasionar un dolor intenso que requerirá en ocasiones, de una cirugía de urgencia.
Cada mes, los ovarios forman una estructura parecida a un quiste que se denomina folículo, su crecimiento es progresivo y aproximadamente en el día 14 del ciclo ocurre la ovulación. Normalmente este folículo se llena de sangre y se convierte en el cuerpo lúteo que producirá progesterona y ayudará al buen desarrollo del embarazo en caso de que esto ocurra.
Si el folículo no se rompe y sigue creciendo se puede formar un quiste funcional y esto puede ocasionar dolor en la paciente. Por lo general los quistes funcionales desaparecen solos, pero en ocasiones es necesario administrar anticonceptivos. Cuando el folículo se rompe y se transforma en cuerpo lúteo puede ocurrir otro problema que es el sangrado continuo de dicha estructura convirtiéndose en un cuerpo lúteo hemorrágico que ocasionará dolor y requerirá tratamiento en muchas ocasiones.
Los dos anteriores ejemplos son circunstancias que ocurren comúnmente en el ciclo de las mujeres y se denominan funcionales. Vale la pena comentar otros tres tipos de quistes ováricos que se consideran patológicos.
Los quistes dermoides que también se denominan teratomas se encuentran desde la vida fetal. Son quistes que pueden contener tejidos como cabello o dientes y suelen diagnosticarse en una ecografía ginecológica de rutina. Los cistadenomas son quistes que se llenan de agua o de moco (serosos y mucinosos) y pueden tener un crecimiento progresivo ocasionando dolor pélvico. Los endometriomas se originan a partir de una enfermedad denominada endometriosis y son quistes llenos de sangre vieja, también denominados quistes de chocolate y suelen dar dolor importante.
Quiste ovárico NO es lo mismo que cáncer de ovario. Lo primero que queremos es ofrecer tranquilidad a nuestras pacientes cuando hablamos de dicho diagnóstico sin embargo tampoco queremos restar importancia a una adecuada valoración de dicho quiste y menos al retraso de un tratamiento oportuno.
Cuando se te diagnostique en consulta algún tipo de quiste ovárico, habla con tu ginecólogo, expresa tus dudas, pero relájate ya que el cáncer de ovario tiene factores de riesgo y edades en las que es más frecuente. La consulta ginecológica periódica siempre será la mejor arma con la que cuentan las mujeres para poder detectar problemas que pueden tener soluciones tempranas.
Imar, preocupados por tu salud reproductiva.