El flujo vaginal y el picor no tienen por qué estar relacionados con hongos
Cuando una mujer presenta flujo vaginal y picor, también llamado prurito… ¡salta la alarma! Se preocupa y en estos casos, muchas veces puede llegar a automedicarse. Recurre a antiguos tratamientos indicados por su médico o ginecólogo, pregunta a alguna amiga e inclusive antes de que se solicite necesariamente receta por el médico para comprar antibióticos o antifúngicos, acudiría a la farmacia directamente y allí recibiría determinado tratamiento indicado por los síntomas pero sin ser valorada por un especialista de forma previa.
Muchas veces, después de recibir medicación de forma empírica, la mujer puede no presentar mejoría de su picor y flujo. En su lugar, éste empeora volviéndose incluso más agresivo para mejorar simplemente con un tratamiento convencional. Esto puede deberse a una razón que es muy simple… No toda vaginitis es causada por hongos. Por esta razón, en este artículo de Clínica Imar, expertos en salud reproductiva, explicaremos las principales causas del flujo vaginal y del picor vaginal, así como algunas recomendaciones.
Flujo vaginal: ¿A qué nos referimos?
Antes de comenzar a desarrollar las principales causas, debemos exponer qué es y en que consiste el denominado flujo vaginal y cómo es la combinación de este con el picor vaginal. Cuando hablamos de flujo vaginal, nos referimos a secreciones que pueden presentar las siguiente características:
- Textura: Pueden ser espesas, con una consistencia similar a la pasta, o más líquidas en su apariencia.
- Color: Estas secreciones pueden variar en color, desde ser transparentes o tener un aspecto turbio, hasta incluir tonalidades como el blanco, el amarillo, el verde o incluso tener rastros de sangre.
- Olor: Las secreciones pueden ser inodoras, es decir, no tienen ningún olor perceptible, o por el contrario, pueden tener un olor desagradable y característico.
Es importante destacar que, en algunos casos, el picor vaginal en la piel y en el área circundante, conocida como vulva, puede acompañar a este flujo vaginal. Esta sensación de picor puede estar relacionada con el flujo y ser una manifestación de alguna condición subyacente. Además, la picazón también puede presentarse de manera espontánea, sin estar directamente relacionada con el flujo.
La combinación de secreciones y picor puede ser indicativa de diversas condiciones, como infecciones vaginales, desequilibrios en la flora bacteriana vaginal o reacciones alérgicas. Es fundamental prestar atención a cualquier cambio en el flujo vaginal, su textura, color y olor, así como a la presencia de síntomas como la picazón, ya que estos pueden proporcionar pistas importantes sobre la salud vaginal en general.
Si experimentas secreciones anormales o persistentes, acompañadas de picazón u otros síntomas incómodos, es recomendable buscar atención médica. Un profesional de la salud, como un ginecólogo, puede realizar una evaluación completa y proporcionar el diagnóstico adecuado, así como recomendaciones para el tratamiento y cuidado apropiados.
Picor vaginal: ¿En qué síntomas podemos fijarnos?
El picor vaginal se destaca como una de las principales razones por las que las mujeres buscan atención médica, tanto en entornos de Atención Primaria como en consultas especializadas y servicios de urgencias. En algunos casos, puede representar hasta un 20 % de las consultas ginecológicas.
Este síntoma resulta incómodo y a menudo confuso para las mujeres que lo experimentan, llevando a la adopción de diversas medidas de automedicación. Lamentablemente, algunas de estas medidas pueden agravar la situación e incluso contribuir a que los episodios sean recurrentes.
Efectivamente los principales síntomas de la Candidiasis vaginal son picor y flujo blanco, grumoso pero otras veces existen más datos clínicos como ardor, sensación de quemazón, molestias al orinar… En ocasiones todos estos datos se encuentran en la vulva, otras en vagina y a veces en ambos sitios. Todo lo que hemos mencionado anteriormente también puede ocurrir en otro tipo de infecciones vaginales como las causadas por diversas bacterias.
Flujo vaginal y picor vaginal: Principales causa de origen
Como hemos desarrollado en el apartado anterior, la principal causa que puede producir los síntomas como flujo y picor vaginal es la Candidiasis vaginal. Sin embargo, existen otras razones que pueden derivar en estos síntomas. Una de las principales razones detrás del denominado picor vaginal, o picor genital, son las alteraciones infecciosas. Entre ellas, las más comunes son:
Vaginosis Bacteriana
La vaginosis no se considera una infección en sí misma; más bien, es una disbiosis, un desequilibrio entre los microorganismos en la vagina que resulta en un crecimiento excesivo principalmente de bacterias anaeróbicas. En general, no suele causar inflamación, lo que significa que puede ser asintomática y no es tan frecuentemente responsable del picor como la vulvovaginitis candidiásica (VVC).
La mayoría de las vulvovaginitis candidiásicas (VVC) se deben al hongo conocido como Candida albicans. Aunque aproximadamente el 20-25% de las mujeres en edad premenopáusica pueden ser portadoras asintomáticas de Candida, se estima que alrededor del 75% de las mujeres experimentarán al menos un episodio de vulvovaginitis candidiásica (VVC) en algún momento de sus vidas. Puedes conocer más sobre un tipo de vaginosis bacteriana accediendo a este enlace.
Efectos de las Infecciones Vaginales por Uso de Antibióticos
No obstante, uno de los factores más directamente relacionados con la aparición de episodios de candidiasis vaginal es el uso de antibióticos, particularmente los de amplio espectro, como es el caso de la amoxicilina.
En el caso de mujeres diabéticas, un control metabólico adecuado puede mejorar el pronóstico y reducir la probabilidad de que la vulvovaginitis candidiásica (VVC) se convierta en un problema crónico. Sin embargo, en mujeres sanas, evitar las recurrencias representa un desafío tanto para el profesional de la salud como para la paciente.
Un diagnóstico preciso es de suma importancia para garantizar un tratamiento efectivo. Además, es fundamental mantener el equilibrio del pH vaginal para favorecer la convivencia adecuada de los microorganismos presentes.
Tomar medidas para reducir la ingesta de alimentos ricos en carbohidratos también puede resultar beneficioso, ya que un exceso de azúcar en la orina y las secreciones vaginales puede proporcionar un ambiente propicio para el crecimiento excesivo de hongos.
Una causa frecuente de picor vaginal: Atrofia de las Mucosas
Una causa común del picor genital es la atrofia de las mucosas. Esta condición puede ser resultado de:
- Enfermedades como el liquen escleroatrófico.
- Procesos de radioterapia.
- Atrofia postmenopáusica, siendo esta la causa más común.
La atrofia postmenopáusica se origina por la disminución de los niveles hormonales, principalmente de estrógenos, que se produce durante la menopausia. Esto provoca un adelgazamiento de los tejidos genitales, que se vuelven pálidos y con menos pliegues al ser examinados. En fases avanzadas, los cambios en la apariencia de los genitales se vuelven notorios, acompañados de una disminución en la elasticidad.
El picor puede manifestarse como uno de los primeros síntomas de la atrofia, estando vinculado a la sequedad vaginal y a la falta de lubricación en respuesta al estímulo sexual. Estos síntomas pueden aparecer incluso durante la perimenopausia, cuando la menstruación aún persiste, pero sin lugar a dudas, constituyen uno de los síntomas más comunes durante la postmenopausia inmediata.
Flujo vaginal y picor vaginal: Alergias e irritación
Otra causa que puede producir flujo vaginal anormal o picor son las alergias o irritaciones, a menudo desencadenadas por los componentes químicos presentes en productos como:
- Gel de baño.
- Tampones.
- Juguetes sexuales.
- Preservativos.
- Ropa interior.
Estos agentes químicos tienen el potencial de alterar el equilibrio del ecosistema vaginal, lo que puede conducir a la aparición de Vaginosis u episodios recurrentes de vulvovaginitis candidiásica (VVC). Si bien estas causas pueden ser menos habituales, no deben subestimarse, ya que las reacciones alérgicas e irritativas pueden tener un impacto significativo en la salud y el bienestar vaginal.
¿Qué hacer ante esta situación?
Cuando cualquier mujer presenta flujo vaginal anormal y molestias vulvovaginales lo ideal es NO automedicarse sino acudir al ginecólogo para realizar un cultivo vaginal que ayudará a determinar específicamente el agente que está causando el problema. Una vez que este se haya detectado el ginecólogo o ginecóloga podrá establecer un tratamiento a seguir.
Infecciones y cifras
En uno de los mayores trabajos epidemiológicos realizados en España respecto a este tema se demostró que de todas las mujeres que tenían infecciones vaginales el 30% tenían vaginosis bacteriana ocasionada por Gardnerella. (En el 23% como infección única y en el 7% acompañada de Cándida.) y el 24% tenían candidiasis vaginal. (En el 18% como patología única y en el 6% acompañada de candidiasis). En el 1% se encontró responsable a la tricomoniasis. Recomendamos leer Gardnerella vaginalis: Importante conocerla.
Cada vez es más frecuente encontrar en nuestra consulta diaria pacientes que se han vuelto resistentes a la medicación convencional para hongos y para Gardnerella y nos vemos en la necesidad de recurrir a indicar inclusive medicamentos fabricados con fórmulas magistrales y todo ello se debe a la automedicación.
Muchas veces no se requiere simplemente de dar un antimicótico y/o antibiótico sino de buscar una causa que ocasione propensión para dicho problema teniendo que indicar inclusive probióticos sistémicos o vaginales para recuperar la flora vaginal normal.
¿Necesitas visitar a un equipo de profesionales?
Por lo que queremos concluir que cuando se tiene flujo vaginal anormal y picor… no siempre se trata de hongos. No hay que automedicarse, mejor acuda a un especialista para que indique el tratamiento ideal. Si lo necesita, no dude en ponerse en contacto con nosotros.
Clínica Imar, pendientes de tu salud ginecológica.